Si eres un asesor, gerente o dueño de una empresa inmobiliaria, y la productividad es una de tus prioridades laborales, seguramente estás consciente de que la productividad económica es una consecuencia de tu productividad personal profesional.
Además, cuando hablamos de productividad es bueno recordar 2 aspectos fundamentales:
Primero, no se trata de una carrera de 100 metros planos, sino de un maratón, en el cual cada paso cuenta, por pequeño que parezca.
Segundo, la productividad personal implica mejorar o cambiar hábitos de trabajo. Así que se trata de un reto a la constancia.
En tal sentido, te propongo estas oportunidades para mejorar tu productividad en términos inmediatos:
1.Establece tus metas
El trabajo sin propósito es sólo trabajo. Las personas productivas saben qué hacer, pero sobre todo saben por qué y para qué lo hacen. Establecen metas en el largo plazo y sus metas inmediatas apoyan su objetivo final. Esto les permite no distraerse ni desanimarse con las adversidades. No son esclavos de sus rutinas. Recuerda que tus metas te ayudan a mejorar tu productividad.
2.Diseña planes y sistemas
Las personas productivas saben que quieren construir una reputación de éxito. Pero también están conscientes de que deben diseñar un plan y un sistema de trabajo para lograrlo. Muchos tienen metas, pero comprometerse con un plan concreto hace la diferencia en el logro de las mismas. Un plan y un sistema de trabajo bien diseñado siempre nos facilita ser más productivos.
3.Utiliza tus metas para tomar decisiones
La indecisión nace de la falta de metas claras o en el olvido de las mismas. Así que siempre podemos detnernos frente a cada decisión para analizar su impacto en nuestras metas más importantes. Recordar o actulizar las metas facilita tomar decisiones.
4.Cultiva el espíritu de la autosuperación
Avanzar hacia las metas es un esfuerzo que equiere de optimismo y confianza en las capacidades propias. Por eso la gente productiva es perseverante y constante con sus proyectos. Tiene actitud de auto-superación. La vía con más probabilidades para alcanzar tus metas es la del esfuerzo diario.
5.Enfócate en lo que controlas
Las personas productivas saben que la suerte tiene un papel en su éxito, pero no esperan por ella. Saben que en el camino que se han trazado para alcanzar sus metas hay aspectos y obstáculos que no controlan. Pero también están conscientes de que donde tienen más poder es en enfocar su energía en lo que sí controlan.
6.Aprende rápido de los errores
Las personas más productivas siempre están aprendiendo. Construyen respuestas mientras experimentan y prueban nuevas maneras de hacer las cosas. Es la forma concreta de beneficiarse de los errores. Buscar aprender rápido de ellos es una actitud que los conduce a mejorar con cada iniciativa, realizar verdaderos avances y concretar innovaciones.
7.Concéntrate en tu plan
Hacer las cosas mejor que el promedio requiere foco y concentración. Hay quienes valoran la “multitarea”, pero la realidad nos demuestra que no funciona porque diluye nuestras fuerzas y nos dispersa. No hay mérito en hacer muchas cosas a la vez de forma mediocre. Con metas claras, podemos focalizar nuestro mejor trabajo en objetivos específicos valiosos.
8.Trabaja en equipo
Los buenos equipos ganan porque sus miembros más talentosos están dispuestos a ayudar a otros a tener éxito. Es algo que aprenden y practican. En los grandes equipos sus integrantes se ayudan mutuamente, conocen sus roles y alinean sus metas personales en función del éxito del equipo. Las personas productivas encuentran satisfacción en ayudar a otras personas a tener éxito. Si te enfocas solo en ti siempre estarás solo.
9.Solicita ayuda con respeto
Cuando estamos envueltos en tareas dispersas y sin foco, pedimos ayuda por necesidad y con urgencia. Sin embargo, las personas productivas piden ayuda porque respetan y valoran las capacidades de los demás, y lo hacen con inteligencia emocional. Se rodean de personas en las que confían porque dan y reciben motivación. El respeto mutuo es el fundamento de toda relación efectiva y productiva.
10.Practica hacer pausas
Con disciplina y metodología, las pausas contribuyen a aumentar la productividad. Unas veces son pausas breves, otras veces un poco más largas. El cerebro, las emociones y el cuerpo necesitan reponer la energía. Las pausas nos permiten respirar y recargar la motivación. Muchas veces nos sentimos estancados o pocos creativos y esos son síntomas de la necesidad de hacer un alto para refrescar la perspectiva y ampliar las oportunidades.
¿Qué te parece este decálogo para mejorar la productividad profesional?