Es evidente que la migración ha sido uno de los muchos factores que han influenciado de manera negativa en el mercado inmobiliario, pero qué tanto ha sido ese impacto. En el presente artículo se exponen algunas ideas que son producto de un estudio de mercado con base a encuestas realizadas a una muestra de 238 personas, con perfil de clase media y alta, que corresponde, en su gran mayoría, a la estratificación del inventario existente en oferta en venta y alquiler en el mercado actual, específicamente al rubro vivienda.
Es necesario señalar que, si bien dicho estudio carece del rigor científico requerido, ni la muestra tiene características de representatividad estadística, se realizó con profesionalismo y con atención a objetivos claros para obtener resultados que nos brindan un amplio panorama sobre este fenómeno, que nos servirán para orientarnos en futuras de acciones en la asesoría inmobiliaria. La encuesta fue aplicada a profesionales inmobiliarios y de otras orientaciones (más del 82% eran profesionales universitarios), con la condición que, si no habían emigrado, que tuviesen algún familiar directo que estuviese en esa situación.
Los resultados obtenidos fueron interesantes, los cuales van a enriquecer el conocimiento y obtener una mayor claridad sobre el impacto de la migración. Ahora bien, sólo presentaré aquello relevante y específico sobre la intención del planteamiento inicial de este artículo.
Según estimaciones de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), por lo menos 7,7 millones de venezolanos han emigrado.
Esto ha significado un impacto negativo en nuestra sociedad, en lo social y psicológico, pero también en nuestra economía. Ahora bien, ante un cambio posible de la dirección de la gestión del Estado venezolano, se cree que se producirá un revés al proceso migratorio; es decir, que van a regresar una cantidad importante de venezolanos y esto impactará de manera positiva al mercado inmobiliario, lo cual estará por verse.
En una situación de un cambio en la dirección del país con ideas innovadoras, coherentes y apropiadas para inducir el progreso, solo estarían dispuestos a regresar el 43% de los que se fueron; es decir, que el resto, que representan el 57%, no está dispuesto a volver. Las razones de estas decisiones no se indagaron, pero podríamos “suponer” que podrían deberse a:
- Para los que no regresan: ya llevan mucho tiempo en el extranjero y están muy arraigados; tienen trabajo fijo y de calidad; están trabajando en lo que les gusta; formaron familia; sus hijos se han adaptado completamente; han adquirido propiedades inmobiliarias; viven en un país con una buena calidad de vida; entre otras.
- Para los que se regresarían: aman a su país y lo extrañan; desean volver a juntarse y compartir con la familia que dejaron; desean ser parte de la evolución y del progreso del país, colaborando con su trabajo; no terminan de acostumbrarse a la cultura del país donde viven; se sienten discriminados en el extranjero; entre otras razones.
Como mencioné anteriormente, dichas afirmaciones son “suposiciones”. Haría falta realizar otro tipo de investigación que permita conocer cuáles son las actitudes relevantes que influyen en estas acciones. Pero es interesante cuando se cruzan las respuestas sobre las incógnitas entre el período en que se fueron y aquellos que regresarían, resultando que el 75% de los que vendrían son aquellos que tienen menos de 10 años que emigraron. Yo había tenido la impresión que aquellos que tuviesen más de 5 años afuera, no estarían dispuestos a regresar, “suponiendo” que ese es el tiempo suficiente para arraigarse en un país extranjero, lo cual no resulta acertado.
Por otra parte, sobre los emigrantes de la muestra estudiada resultó que, el 22% vendió el apartamento donde vivían, el 17,36% lo dejó alquilado, el 38% lo dejó desocupado y el 22% se lo dejó a un familiar o amigo para que se lo cuidara. Así mismo, de los que estarían dispuestos a regresar y habían dejado su apartamento, vendrían a ocupar sus propias viviendas, esto representa casi el 63% (del total de los que regresen), el 33% estarían pensando en comprar y el 14% alquilaría.
En síntesis, a manera de conclusión final, según lo investigado el impacto de un posible retorno de los venezolanos que han emigrado no tendrá un impacto significativo en el mercado inmobiliario, en lo relativo a un aumento de la demanda que influya en un alza de los precios, puesto que regresarían menos del 50% y una proporción importante ocuparían sus propios inmuebles.
En un mercado con una elevada sobreoferta de apartamentos, se requiere de la implementación de políticas económicas coherente y con visión realista de progreso que, sumado a un retorno de la migración en una mejora de las condiciones del país, permitirá una recuperación del mercado inmobiliario en un mediano o largo plazo.
Por último, es sustancial entender que existe diversos factores que influyen en el mercado inmobiliario de la Gran Caracas, tales como: migración desde las ciudades del interior, migración desde el exterior, el avance económico del país (PIB, inflación, devaluación, ingresos familiares con poder adquisitivo real, financiamiento, creación de empleo, etc.), fortalecimiento de la sociedad, crecimiento de la población, leyes que promuevan el mercado, sucesos políticos favorables, entre otros.
¿Cuál fue la razón que influyó en la decisión de emigrar?
¿Si decide regresar, a qué estaría dispuesto?
Autor: Urbanista Martín A. Fernández Ch.
Gustavo Santander
on said
Excelente articulo y muy interesante la encuesta
Gracias por compartir
Saludos