En situaciones de adversidad, las palabras de Richard Feynman, Premio Nobel de Física en 1965, aclaran: “No uses tu energía para preocuparte, sino para creer, crear, aprender, pensar y crecer”.
La preocupación consume mucha energía mental y emocional, pero rara vez nos brinda claridad de visión.
Preocuparnos puede paralizarnos e impide enfocarnos en lo que podemos controlar y cambiar.
Por eso, es más constructivo y productivo usar nuestra energía para:
1) Creer: La creencia en uno mismo y en nuestras capacidades es fundamental. Tener confianza en nuestro potencial y mantener una actitud optimista nos impulsa a enfrentar desafíos con determinación.
2) Crear: La creatividad es una forma elevada de utilizar nuestra energía. Feynman, conocido por su enfoque innovador en la física, nos anima a pensar fuera de lo común, a innovar y a expresar nuestras ideas de manera original. Crear nos permite materializar nuestras visiones y contribuir al mundo de manera única.
3) Aprender: El aprendizaje continuo es esencial para el crecimiento personal y profesional. Utilizar nuestra energía para aprender nos mantiene actualizados, nos enriquece y abre nuevas oportunidades.
4) Pensar: Feynman nos insta a dedicar tiempo a pensar críticamente, a cuestionar y a buscar entender profundamente el mundo que nos rodea. Este pensamiento analítico nos ayuda a tomar decisiones informadas y a resolver retos de manera efectiva.
5) Crecer: El crecimiento personal es un proceso continuo de nuestras habilidades, conocimientos y carácter. Feynman nos invita a utilizar nuestra energía para evolucionar constantemente, a ser mejores versiones de nosotros mismos y adaptarnos a los cambios.
Al seguir estos principios, no solo mejoramos nuestras vidas, sino que también dejamos un aporte positivo en el mundo.
Juan Carlos Jiménez
Empresario Consultor y Conferencista de Marketing, Comunicación Efectiva, Valores Liderazgo
@jucarjim