Convenio entre Corredores
En esta oportunidad quiero referirme a un tema que atañe sobremanera a los “Corredores Inmobiliarios”.
Siempre que dicto mis clases de Aspectos Jurídicos, lo primero que recomiendo es dejar constancia escrita de todos los acuerdos, incluyendo los convenios entre corredores que comparten negociaciones, lo que denominan operaciones compartidas.
Deben recordar varios aspectos:
- No todos los que se dedican al área son miembros afiliados a la Cámara, ni todos certificados.
- Tampoco todos mantienen una conducta cónsona con el Código de Ética, gracias a Dios son los menos.
- En época de crisis salen a flote los mejores y peores sentimientos humanos.
- Las palabras se las lleva el viento.
En los últimos meses he observado con asombro que se han presentado diversos conflictos entre corredores por incumplimiento de sus pactos, por malos entendidos, por pagos no cumplidos en “puntas compartidas”, en fin …
Lamentablemente, cuando consultan o solicitan a las Cámaras, bien regionales o a la Nacional, según el caso, que intervengan como mediador, o a los fines de tramitar una denuncia, por lo general, la constante es la ausencia de elementos probatorios y ante la pregunta: ¿Tienen por escrito lo que pactaron? Se sorprenden y a su vez inquieren: ¿Tenía que tener algo escrito? Reitero “las palabras se las lleva el viento” y adiciono aún más, “el dinero no tiene amigos”, dicho esto en lenguaje coloquial.
La clave de mantener sanas y buenas relaciones en el gremio, pasa por instrumentalizar los acuerdos tal como proceden con sus clientes, o deberían proceder: por escrito. Debe quedar constancia, entiéndase “prueba” de lo pactado. De quién es el cliente, quién captó el inmueble, porcentaje de honorarios, reportes de visitas, oportunidad de pago de los compromisos asumidos, cómo proceder en caso de incumplimiento. En fin, todos los detalles de lo conversado y negociado.
Si bien esta práctica pudiera parecer una carga, lo cierto es que colabora de manera eficiente para prevenir inconvenientes, mantiene buenas y sanas relaciones entre colegas y de llegar lastimosamente a algún conflicto, resulta lo idóneo para solventar el mismo, pues consta allí los acuerdos celebrados entre las partes, en este caso nuestros corredores.
Teresa Borges García
Abogado con Postgrado en Derecho Mercantil en la UCAB
Maestría en Derecho Procesal
Docente en la Universidad Central de Venezuela y post grado en la Universidad Santa María
Directora Ejecutiva de la Fundación Venezolana de Derecho Inquilinario
Miembro del Instituto Panamericano de Derecho Procesal
Twitter: @tereborges
Instagram: @borgesgar