Oportunidades para ejercitar tu resiliencia en el 2022
Comienza el año 2022 y las exigencias para tener éxito profesional, no han disminuido. Por el contrario, los cambios en todas las áreas no cesan y la pandemia tiene un nuevo auge.
Sin embargo, iniciar el año es una buena oportunidad para comenzar con planes que nos ayudan a mejorar nuestras respuestas a las dificultades.
En tal sentido, recordar las oportunidades de ejercitar la resiliencia resulta oportuno.
Ejercitar la resiliencia personal favorece nuestra salud y nos ayuda a comunicarnos mejor en el trabajo y la vida privada.
Se trata de una capacidad que tenemos todos los seres humanos y podemos aprovecharla en situaciones de adversidad, incertidumbre o desmotivación.
La resiliencia nos permite crecer mentalmente sanos, proyectarnos a futuro y superar las frustraciones, aunque vivamos en dificultades extremas.
Usar la resiliencia implica formas de pensar y conductas que cualquiera puede aprender y desarrollar con ejercicios como estos:
1. Practica el control de tus respuestas y reacciones dejando de juzgar de inmediato lo que lees o escuchas. Haz una pausa y reflexiona sobre las posibles utilidades de esa información que tienes frente a ti.
2. Aléjate de las fuentes de información que te produzcan desesperanza o ansiedad. Si esos contenidos o “hechos” no te ayudan a sentir opciones de acción para mejorar, decide no consumirlos.
3. Conéctate con frecuencia con las personas que te valoran más, te recuerden tus virtudes y te hagan sentir bien. De manera consciente busca leer o escuchar a personas de las que aprendes de verdad. Todas ellas te hacen ver otras realidades y oportunidades.
4. Recuerda tus logros y fortalezas, aunque parezcan pequeñas. Es un ejercicio que activa el sistema de recompensa del cerebro. También oxigena el alma porque conecta tu cerebro con tu potencial, tus capacidades y con los recursos que te brindan estabilidad emocional.
5. Cultiva un lenguaje de posibilidades y oportunidades. Recuerda que las palabras que más usamos en el día a día determinan nuestras emociones. Por ejemplo, quéjate menos de lo que no puedes cambiar y define tus opciones de acción con lo que sí sabes y controlas.
6. Practica la bondad y ayuda a otros en circunstancias adversas. Sentirás que eres útil y que siempre puedes hacer algo frente a las dificultades. Sentirnos útiles al brindar apoyo a otros hace que nuestro organismo produzca endorfinas.
7. Practica el agradecimiento de manera activa. El hábito de sentirse agradecido y expresarlo tiene profundos efectos físicos y emocionales. Solo necesitamos estar muy pendientes de aprovechar cada oportunidad de ejercitarlo.
Ten presente que la resiliencia es una fuerza humana que todos llevamos dentro. A veces se duerme. Pero siempre podemos despertarla y mantenerla activa.
Juan Carlos Jiménez
Empresario, Consultor, Profesor y Conferencista de Marketing,
Ventas, Comunicación Efectiva, Valores y Liderazgo
Mi Blog: Arte Supremo
Twitter: @jucarjim