Hacer equipo en el negocio inmobiliario es un asunto vital, porque los negocios más ágiles se dan cuando el asesor hace equipo con su cliente y con otros asesores.
¿Es fácil? Para nada. Si los involucrados no confían entre sí, es cuesta arriba trabajar en equipo.
Pero la confianza no puede decretarse y no ocurre porque sí. Hay que sembrarla, cultivarla y mantenerla. ¿Quién debe dar el primer paso?
Comencemos por el principio
¿Cuántas veces necesitas hacer equipo con personas que no te gustan tanto?
Querer formar un buen equipo de trabajo, unido y productivo, es una idea que a todos nos gusta. Sin embargo, ¿por qué a veces puede ser tan difícil formar un buen equipo de trabajo?
Necesitamos entender que el trabajo en equipo es una consecuencia de la disposición y la iniciativa individual para hacer equipo con personas que casi siempre son diferentes a uno.
Por supuesto, en una oficina inmobiliaria, el principal responsable de formar y cuidar el equipo es su líder. Responsabilidad que incluye involucrar a los miembros del equipo en el proceso de aprender a hacer equipo.
¿Pero quién es el líder a la hora de hacer equipo con un cliente inmobiliario u otro asesor?
Un grupo no es, automáticamente, un equipo, porque estar en el mismo lugar no nos hace compartir objetivos y valores de manera instantánea.
Si cambiamos el paradigma del liderazgo como sinónimo de jefatura, podríamos entender que más que un cargo, el liderazgo en la atención de los clientes significa tomar la iniciativa para servir a otros y hacer equipo con ellos para el beneficio de los involucrados.
Juan Carlos Jiménez