La falta de planificación tiene serias consecuencias negativas
La falta de planificación es una de las principales causas del fracaso en los negocios y de los conflictos en cualquier área de la vida. La industria de la asesoría inmobiliaria no es una excepción.
Es verdad que muchos emprendedores planifican con esmero el inicio de sus negocios. Pero también es cierto que luego le dedican poco tiempo a la planificación de sus actividades.
Eso origina dificultades de organización y gestión que ponen en riesgo cualquier proyecto de negocio.
Planificar con antelación los objetivos y detallar en un plan las tareas necesarias para lograrlos, no garantiza el éxito empresarial, pero reduce sustancialmente las posibilidades de errores, fracasos, conflictos y estrés. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/oxigenar-la-mente
No planificar conlleva a debilidades importantes
Es posible que en el corto plazo no se noten los efectos de la falta de planificación. A lo mejor solo se traduce en pequeños tropiezos de poca importancia aparente. Puede interesarte: https://www.artesupremo.com/razones-del-fracaso-de-las-nuevas-empresas
Sin embargo, a la larga, muchos pequeños tropiezos tienden a convertirse en una gran bola de nieve.
Es preferible fallar al planificar y tener que reajustar el plan, a no planificar e ir “resolviendo” sobre la marcha.
Muchos gerentes y empresarios trabajan pensando que no les hace falta mucha planificación. Pero siempre tienen muchos dolores de cabeza con sus negocios. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/ningun-viento-es-favorable-para-quien-no-sabe-a-donde-va
Creen que la planificación es un ejercicio teórico poco productivo o que sólo se trata de tener control de las operaciones y es imposible controlarlo todo. Por lo tanto, no se puede “planificar tanto”.
En realidad, posiblemente no tienen un concepto apropiado de lo que significa planificar. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/vision-de-futuro
Angustia y preocupación constante
La emoción de enfrentarse a lo desconocido, improvisando, nos eleva los niveles de adrenalina en el cuerpo y puede llegar a ser adictivo.
Esa sensación de lucha produce un estrés positivo que nos proporciona energía extra. Nos ayuda a estar más alertas y tener los sentidos más despiertos.
Sin embargo, la falta de plan origina angustia y preocupación. Y ese estrés continuo por mucho tiempo en nuestro organismo puede enfermarnos. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/cuida-tu-bienestar-cuidando-tus-pensamientos
Por ejemplo, después de tantos meses de pandemia y restricciones, es lógico que muchas oficinas y asesores inmobiliarios se sientan muy agotados.
La falta de plan genera descontrol de horarios
Si no hay planificación o la que hay es deficiente, sabes cuando empiezas tu jornada, pero no cuando la terminas.
Cuando no se tiene un plan, se busca resolver todas las tareas que surgen en el día, sin un orden y con pocos criterios para establecer prioridades.
Al estar improvisando se nos hace más difícil estipular el tiempo que necesitan los proyectos y las tareas. En consecuencia, nos recargamos de trabajo porque sentimos que debemos terminar cuanto antes todo lo que comenzamos.
Trabajar horas extras puede ser rentable en un momento determinado, pero no es un sistema de gestión sustentable por mucho tiempo. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/quien-se-cansa-mas-rapido-y-deja-de-perseverar
Además, el emprendedor o el gerente puede aguantar un poco el descontrol de su horario. Pero para los miembros de sus equipos puede ser una pesadilla.
La falta de plan también nos desequilibra la vida privada
La buena planificación implica tener buenos hábitos para organizar y realizar cualquier trabajo. De manera que su ausencia en el trabajo también se nota en la vida privada.
Igualmente, los hábitos de planificar son el fruto de un plan de aprendizaje,lo mismo que ocurre con la salud o la estabilidad económica. Estos no ocurren automáticamente. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/aprender-a-aprender-es-clave
Los emprendedores saben que la falta de planificación también se traduce en menos tiempo con los seres queridos, así como la ausencia de vacaciones y días para el descanso indispensable.
Inclusive, pasar un buen momento con los amigos requiere de un mínimo de planificación. De lo contrario, la improvisación puede resultar muy costosa.
Además, nos cuesta conflictos personales
Son muy comunes los malos entendidos y el re-trabajo por la falta de planificación. Puede interesarte: https://www.artesupremo.com/rapport
Podemos saber cómo queremos que quede un proyecto. Pero si improvisamos todo el camino para llevarlo a cabo, se nos hace más difícil comunicarnos con las personas cuya ayuda es indispensable para lograr los objetivos. Puede interesarte: https://www.artesupremo.com/empatia-inteligencia-emocional-influencia
Más temprano o más tarde, esas dificultades de comunicación se convierten en conflictos personales, porque la falta de plan genera mucha incertidumbre y frustración. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/revisar-nuestro-plan
Cada quien en el equipo intentará abordar el trabajo a su manera. Sin un plan es difícil coordinar diversas labores y tener que repetir el trabajo por eso, suele molestar.
Los involucrados sienten que no hay dirección y no les gusta sentir que son responsable de un trabajo que no ha sido planificado. https://www.ampliatusoportunidades.com/liderazgo-efectivo
Los jefes terminan recargados de trabajo
Al no poder coordinar bien al equipo, el empresario y el gerente terminan recargados del trabajo que otras personas podían hacer.
Lo escucho con mucha frecuencia: los emprendedores sienten que no reciben suficiente ayuda de los miembros de sus -en-equipo equipos, pero les cuesta ver que es por falta de planificación y por no involucrar a los empleados en el plan. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/trabajo
Siempre terminan sintiendo que, si la tarea no la hacen ellos, más nadie la puede hacer o la hará bien. Un camino que los lleva a aislarse del equipo y a tener que trabajar más de la cuenta.
El estar la mayor parte del tiempo atendiendo tareas urgentes y situaciones imprevistas, deja poco espacio para la reflexión y el análisis. Pasar el día “apagando incendios” no da oportunidad para diseñar estrategias. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/sin-pensamiento-sistemico
Las crisis suelen hacer que florezca la creatividad de la gente. Pero el desorden continuo por falta de planificación es otra cosa que sabotea la creatividad y la innovación. Lo que a su vez lleva al estancamiento de la productividad y el crecimiento del negocio. Puede interesarte: https://www.ampliatusoportunidades.com/paradigmas-de-innovacion
Sin un plan es casi imposible evaluar el proceso de trabajo
No se puede mejorar una labor que no se mide.
Medir el desempeño del trabajo nos proporciona las referencias necesarias sobre lo que necesitamos mejorar para hacer las cosas con mejor calidad, en menos tiempo y con más rentabilidad.
Imagina que determinas que un trabajo se debe hacer en 2 horas, pero no lo planificaste. ¿Cómo puedes saber qué pasó, si el trabajo tomó 8 horas? ¿Cómo determinar lo que necesitas mejorar para que se haga en 2?
Sin planificación es prácticamente imposible medir cómo vamos en el camino hacia nuestros objetivos. Puede interesarte: https://www.artesupremo.com/eficacia-eficiencia
No medir es como manejar un automóvil sin el reloj del combustible. No solo nos hace manejar con mucho estrés, sino que es muy fácil que el trayecto tenga más tropiezos de lo normal.
El mayor riesgo es no lograr los objetivos y perder dinero
Por supuesto, hay diferentes tipos de planes y unos son más complejos que otros. Pero en todos los casos, comenzar un trabajo sin un mínimo de planificación pone en riesgo cumplir con los objetivos.
Si no se hace el trabajo, de acuerdo a lo que se prometió al cliente, seguro perderemos el doble de dinero: el cliente no nos pagará por no cumplir y gastaremos recursos en vano.
Pero hacer el trabajo tampoco es suficiente. Hay que hacerlo en un tiempo óptimo, de manera que sea rentable. De lo contrario, las ganancias se desvanecen si nos tardamos más de lo que debíamos.
Además, tardarnos demasiado traerá como consecuencia que los competidores nos quiten las oportunidades de negocio.
¿Cuál es tu mejor opción de solución de acuerdo a lo que hemos tratado hasta aquí?
Juan Carlos Jiménez
Empresario, Consultor, Profesor y Conferencista de Marketing,
Ventas, Comunicación Efectiva, Valores y Liderazgo
Mi Blog: Arte Supremo
Twitter: @jucarjim
